En los últimos meses, se ha vuelto muy popular utilizar aplicaciones que convierten nuestras fotos en versiones animadas o caricaturas. Aunque estos resultados pueden ser divertidos y estéticamente atractivos, pocos consideran los riesgos reales que implica subir su imagen a estas plataformas. Aquí te explicamos por qué deberías pensarlo dos veces antes de hacerlo.
Estás regalando tu rostro
Al subir tu foto a una app, automáticamente pierdes el control sobre ella.
¿Sabías que muchas aplicaciones se quedan con una copia de tu imagen? Estas pueden ser utilizadas para entrenar sistemas de inteligencia artificial o incluso vender tus datos a terceros sin que te des cuenta. Tu rostro se convierte en un activo digital que ya no te pertenece.
Tu rostro es un dato biométrico
Tu cara es tan única como tu huella digital.
Esto significa que puede ser utilizada para identificarte, rastrearte o incluso suplantarte. Todo esto puede ocurrir sin tu consentimiento y sin que tengas idea de lo que está pasando.
Riesgo de montajes y perfiles falsos
Una vez en la red, incluso las fotos transformadas pueden ser manipuladas.
Con tus imágenes pueden crear:
Estos usos malintencionados pueden dañar tu reputación e incluso ponerte en peligro físico o emocional.
Muchas apps no son transparentes
La mayoría de las personas no lee los términos y condiciones antes de aceptar.
Ahí es donde las aplicaciones especifican que pueden:
Al aceptar sin leer, les estás dando permiso para hacer lo que quieran con tu imagen.
Recuerda:
Tu imagen es parte de tu identidad. Protégela como proteges tu cédula o tu contraseña.
La próxima vez que una app te ofrezca convertirte en caricatura, piensa si realmente vale la pena el riesgo.